Friday, March 05, 2004


TioVivo


Ibas a lomos de un caballito blanco
te pedí permiso para subirme a tu lado.
me dijiste no,
que ya estaba ocupado.
Quedaba un hueco en la taza giratoria,
mis manos se agarraron al volante
empezamos a dar vueltas
giraba y giraba,
tu subias y bajabas
delante de un cerdito rosa y un auto loco,
mi cabeza flotaba
a cada nueva vuelta
te imaginaba más cerca,
la música insistía en su misión circular
(Más deprisa, más rapido)
delante tu caballo,
detrás una nave espacial
(mas deprisa, más!)
empecé a volar,
la música fundida con el eco de la gente
agitaban sus manos en una despedida fatal,
(Más deprisa, aún mas!)
convertidos en un velo cruzado.
Nosotros, el caballo y mi taza
muñecos estáticos.
La vida afuera no podía parar.